El gran Eric Goldman, Associate Dean for Research & Professor en Santa Clara University School of Law, nos ilustra cada año sobre los casos que llegan a los tribunales de EEUU en los que la disputa gira en torno a la interpretación y significado de la utilización de un “emoji” o emoticono por parte de los litigantes y las consecuencias legales que se derivan de ese uso.
De entrada, el dato del número de procesos en los que se dirime sobre esta cuestión va claramente en ascenso: en 2023 un 17% más respecto de 2022.
Según el profesor Goldman son ya más de 1.000 casos (1.017 de acuerdo con su actual recuento manual) y lo considera como la punta del iceberg de la realidad de los emojis/emoticonos en los procesos judiciales. El primer caso se planteó en 2004. Le siguieron años de casos en números mínimos y es a partir de 2014 que se sucede un crecimiento exponencial.
Puede verse la lista completa elaborada por el profesor actualizada con los casos de 2023.
De todos estos asuntos destaca por la persona del usuario, el caso DePietro v. Levitt LLP. Se trata de una demanda laboral colectiva. Las partes llegaron a un acuerdo y buscaron la aprobación judicial de los términos del acuerdo, así como, de los honorarios de los abogados asociados. No obtuvieron la aprobación. El juez se opone a varios términos del acuerdo, incluida la solicitud de honorarios de los abogados.
En la resolución judicial, además de hacer referencia al alcance probatorio de la utilización de un emoji indicando afirmación, lo realmente relevante es el cuestionamiento de los honorarios facturados por los abogados ya que la lectura de la respuesta del cliente (emoji afirmativo) “no es una tarea que consuma mucho tiempo”, a juicio del juez Gary R .Brown.
Pero no sólo eso, sino que el juez califica los honorarios que debe pagar el cliente de “sobre cobro flagrante” y añade, a su vez un emoji para expresar su indignación ante la situación. En concreto utiliza el emoji que representa una “cabeza en explosión”:
Por tanto, en este caso la utilización de un emoji en un proceso judicial nos abre la reflexión más allá del enjuiciamiento de su valor probatorio en el supuesto en concreto, puesto que su uso pasa a formar parte de la narrativa del juez al resolver.
Sin lugar a dudas el caso estrella en materia de emojis del año 2023.
👉 La resolución completa con el emoji explosivo: LEXIS 231867 EDNY 14 de diciembre de 2023.