La creciente preocupación por garantizar la seguridad y confianza en el entorno digital ha servido de fundamento a la iniciativa Digital Trust & Safety Partnership (DTSP) centrada en promover una Internet más segura y confiable.
La finalidad primera de esta plataforma integrada por socios líderes de la industria tecnológica es “el compromiso, el desarrollo, el uso y la promoción de las mejores prácticas de la industria, revisadas a través de evaluaciones internas e independientes de terceros, para garantizar la confianza y la seguridad del consumidor al usar los servicios digitales”. Entre estos socios se encuentran Google, Linkedin, Meta, Microsoft y Twitter.
Todas las empresas participantes en DTSP acuerdan los cinco compromisos fundamentales siguientes:
- Identificar, evaluar y ajustar los riesgos relacionados con el contenido y la conducta en el desarrollo de productos.
- Adopción de procesos explicables para la gobernanza de productos, incluido qué equipo es responsable de crear reglas y cómo evolucionan las reglas.
- Llevar a cabo operaciones de cumplimiento para implementar la gobernanza de productos.
- Evaluar y mejorar los procesos asociados a los riesgos relacionados con el contenido y la conducta.
- Asegurarse de que las políticas de confianza y seguridad relevantes se hagan públicas y se informe periódicamente al público y a otras partes interesadas sobre las medidas tomadas.
Otra de las iniciativas en esta dirección es la World Economic Forum’s Global Coalition for Digital SafetyCon que tiene como objetivo acelerar la cooperación público-privada para abordar el contenido dañino en línea y servirá para intercambiar mejores prácticas para una nueva regulación de seguridad en línea, tomar medidas coordinadas para reducir el riesgo de daños en línea e impulsar la colaboración en programas para mejorar alfabetización en medios digitales.
La Coalición está integrada por expertos en la materia y liderada por Julie Inman Grant que es la comisionada de seguridad electrónica de Australia.
El creciente desafío por contrarrestar la información en línea errónea sobre temas tan esenciales como la salud, el contenido terrorista y extremista violento y la explotación de los niños, ha derivado en una necesidad urgente de coordinación global más sólida para mejorar la seguridad digital.
Quizás este movimiento se ha producido tarde, pero es más necesario que nunca en este momento.
Las iniciativas legislativas en este tema no se han hecho esperar, empezando por el gran proyecto legislativo europeo encabezado por la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act) que culminará un proceso iniciado en 2020.
En EEUU esta semana se presentaba al Senado una propuesta, The Kids Online Safety Act (KOSA) por parte de los senadores bipartidistas Richard Blumenthal (Partido Demócrata- Connecticut) y Marsha Blackburn (Partido Republicano- Tennessee) que pretende proteger a los menores de 16 años en redes sociales.
Los senadores buscan con su propuesta que las Big Tech no antepongan el dinero a la seguridad de los niños y jóvenes, al considerar que los monstruos tecnológicos han traicionado su confianza y la de sus padres.
Por su parte, en UK se está impulsando el proyecto de Ley de Seguridad en Línea (Online Safety Bill) ampliando la responsabilidad de las plataformas tecnológicas por los contenidos ilegales y dañinos para los usuarios y en especial para los niños. Tanto la secretaria digital, Nadine Dorries como la ministra de Interior, Priti Patel, han destacado la necesidad de que las plataformas digitales sean más proactivas a la hora de evitar estos contenidos dañinos.
Por lo que hace referencia a Irlanda, el gobierno ha publicado el proyecto de Ley de Seguridad en Línea (Online Safety and media Regulation Bill 2022), creando la Comisión de Medios (Coimisiún na Meán). Según se desprende del texto de la propuesta la Comisión incluirá un Comisionado de Seguridad en Línea que se encargará de hacer cumplir los aspectos de seguridad en línea de la propuesta legislativa, así como la próxima legislación de la UE en la materia (Ley de Servicios Digitales).
A la vista de todas estas iniciativas privadas, políticas y legislativas, además del Compliance Officer, van a empezar a demandarse perfiles profesionales cuyo cometido sea asegurarse de que la confianza en la empresa o institución por parte de terceros no se ha traicionado.
Las consecuencias del uso de servicios digitales pueden ser ilícitas, pero en ocasiones no son ilícitas, aunque sí dañinas. Esta necesidad ya se ha indicado por algunos (Adrien Book, Hackernoon’s “A.I writer of the Year”) y supondrá que el Trust Officer trabajará el concepto de confianza con el CISO (Chief Information Security Officer), el CIO (Chief Information Officer), el CTO (Chief Technology Officer) y el CCO (Chief Communications Officer).
No solo hay que respetar el marco legal, sino que hay que hacerlo convencidos y con la voluntad de ser honestos y de esta manera generar confianza en nuestra institución.
Trust Officer y Ethics Officer cada día serán más necesarios.
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