La historia de ConstitutionDAO es fascinante por diversas razones, pero fundamentalmente pone de relieve el surgimiento de nuevos movimientos criptográficos que promueven donaciones alejadas de modelos centralizados (crowdfunding descentralizado).
Todo tuvo su origen cuando Jonah Erlich, ingeniero de software, y 30 personas más, fundaron una Organización Autónoma Descentralizada (DAO) y ofrecieron la posibilidad de realizar donaciones en la blockchain Ethereum a todas aquellas personas que lo quisieran.
Las DAOs se conciben como una forma de gobierno corporativo fundamentada en la democracia directa y posibilidad de voto de los miembros que la integran. En el caso, de ConstitutionDAO se trataba de votar que destino habría que dar a unos de las copias originales de la Constitución de EEUU.
El proyecto aglutinó una multitud de seguidores de todo tipo y con muy diversas convicciones: desde los que buscan un divertimento en las cadenas de bloques, hasta los que movidos por sus sentimientos más sinceros buscaban participar en la elección del destino para esa “biblia sagrada” que tanto marcó a su país y a sus familias (descendientes de esclavos y de inmigrantes o simplemente patriotas).
La DAO recibiría las donaciones y después de buscar y negociar con museos e instituciones un lugar para dejar depositado el ejemplar de la Constitución estadounidense, se trataba de participar en una subasta en la prestigiosa casa de subastas de Sotheby’s con el dinero recaudado en la DAO.
¿Qué ofrecía la DAO a los donantes miembros de la comunidad partícipes de todo el proceso y toma de decisiones? Pues precisamente, no una cuota en la propiedad del ejemplar, sino la facultad de decidir sobre el lugar en el que se depositaría el ejemplar de la Constitución. En definitiva, el dinero del donante le permite adquirir un token y al convertirse en poseedor de token adquiere la facultad de decidir.
Los entresijos de todo el proceso están relatados por Jonah Erlich en una interesante entrevista (From a meme to $47 million: ConstitutionDAO, Crypto, and the future of crowfunding, The Verge).
Y lo que empezó como un cierto divertimento acabó recaudando $47 millones dólares a través del token $PEOPLE o $WTP, con un valor de $100 dólares más $100 gas fees (gasto necesario en la blockchain). El dinero obtenido por la DAO aseguraba poder acudir a la subasta hasta el límite máximo de $43 millones, ya que era preciso asumir los gastos e impuestos, en su caso.
El día de la subasta quedaba por definir el lugar exacto donde se depositaría el ejemplar, pero esa facultad estaba en manos de los integrantes de la DAO, de la comunidad. Por tanto, lo realmente relevante sería ganar la subasta y ejecutar ese poder de decisión obteniendo el consenso de la mayoría.
Pero esta vez no se hizo realidad el sueño americano, no al menos de manera completa, ya que ConstitutionDAo no fue el mejor postor. Un famoso inversor multimillonario Ken Griffin (Citadel) ganó finalmente la subasta por $ 43.2 millones. Fue el mejor postor.
¿Y ahora qué? Pues ahora la DAO tiene que restituir las donaciones (hasta el momento ya lo ha hecho en un 55%), si bien, este caso nos deja como mínimo una reflexión sobre el presente y futuro de las DAOs.
Parece que las Organizaciones Autónomas Descentralizadas pueden ser un camino para aquellos que quieran ser partícipes en decisiones sobre cuestiones que les parezcan relevantes: un token, un voto. Sería una suerte de aspiración a participar en la gobernanza global.
Pero sin lugar a dudas también son un camino para aquellos que quieran participar de unas finanzas descentralizadas. Prueba de ello es que el token $PEOPLE o $WTP ha desarrollado un mercado secundario, ahora ya totalmente desvinculado de ConstitutionDAO. Sería por tanto posible que estos donantes iniciales puedan terminar ganando dinero con el paso del tiempo.
Todo un mundo en el que la tecnología y su trepidante avance necesita de marcos regulatorios claros y precisos por el bien y seguridad jurídica de todos, porque es imparable.
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