Arancha Ruiz es especialista en marca personal para cientos de profesionales de alto rendimiento. Sus clientes son referentes en prensa y lideran sectores de gran impacto económico.
LinkedIn “Top Voice Empleo”.
Autora de 3 libros de referencia sobre gestión de carrera y marca personal: El Mapa de Tu Talento, con prólogo de Eduard Punset, Qué busca el Headhunter y Ahora o Nunca (Ed. Conecta).
Profesora de la IE Business School y otras escuelas de negocios, foros y empresas.
Doctorando en la Universidad de Barcelona. Executive MBA por IE Business School, Master in Environment & Politics por Universidad Carlos III, Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por IE Law School y licenciada en Derecho por la Universidad de Granada.
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The Technolawgist ha hablado con Arancha sobre la importancia de la marca personal y la particularidad del sector legal.
¿Cómo define Arancha Ruíz la marca personal?
La marca personal es una disciplina que contribuye al desarrollo del liderazgo y al éxito en la gestión de carrera profesional.
¿Se podría decir que hoy en día sin una marca personal es difícil diferenciarse en el mercado? ¿Cuáles son las claves de una marca personal?
Michael Spence, economista y premio Nobel, hablaba de la señalización como cualidad imprescindible para la sostenibilidad de profesionales en mercados altamente competitivos. Junto a esto, autores del ámbito del marketing como Aaker, destacan los beneficios que la marca personal aporta al mercado, especialmente a clientes y consumidores que pueden reconocer, diferenciar y apreciar características que les son más convenientes, especialmente en plazas donde la información es imperfecta y/o asimétrica. Por último, debido a los continuos cambios económicos, sociales y tecnológicos del mercado de empleo, muchos profesionales se han visto inmersos en un estado de continua transición y son muchos los expertos del ámbito educativo y del talento que abogan por un reskilling continuo de competencia, advirtiendo de la acuciante necesidad de cada persona por aprender a gestionar su carrera a lo largo de toda la vida. El aumento de la longevidad alarga la vida laboral y expone a todos los profesionales al cambio de modelo de carrera, que ahora se llaman proteicas, por su naturaleza dinámica y cambiante. A algunos les ha llegado antes y en otros será después, pero alcanzará a todos, incluidos los del sector legal también.
Las claves para desarrollar una marca personal excelente, rigurosa, auténtica se definen por el acrónimo RADAR: Relevancia (ofrecer un talento que contribuya de forma pertinente en un momento de necesidad) , Audiencia (dirigirse a un público objetivo interesado y que lo aprecie), Diferencia (resultar distinguible de otros sujetos similares de la competencia), Acción (elaborar y comunicar mensajes diligentemente en los canales adecuados para alcanzar a la audiencia) y Reflexión (establecer objetivos, medir, aprender, corregir).
En el ámbito jurídico nacional destacan con frecuencia las individualidades sobre la marca corporativa, pero se trabaja poco la marca personal: ¿Cómo ves al sector?
En mi opinión, más que destacar las individualidades diría que la independencia es una característica de los profesionales del sector legal, probablemente influenciada por el origen de su profesión. Su ejercicio, desde tiempos de Cicerón, nace del conflicto en el que intervendrá como defensor y garante. Forma parte de su naturaleza argumentar, rebatir, oponerse, combatir hasta que se agota la última vía. La defensa del bien jurídico que protege se antepone a otras lealtades y puede llevar a individualidades.
Considero que hay un gran desconocimiento sobre los beneficios de la marca personal tanto en el ámbito del liderazgo como en la gestión exitosa de la carrera profesional. Muchos la desprecian porque la ven sólo como una herramienta de captación comercial o como una forma de alimentar el ego. Sin embargo, numerosas publicaciones científicas en la materia han demostrado todo lo contrario. Cómo aumenta las competencias de liderazgo, la autoestima y confianza, cómo enriquece el conocimiento de los profesionales aumentando sus competencias técnicas, como impulsa la capacidad para generar redes de colaboración estratégicas… la lista es larga.
La marca personal dará una gran ventaja a aquellos del sector jurídico que la sepan utilizar, especialmente por las características del sector legal que le hace muy permeable a los cambios económicos, tecnológicos y sociales que he mencionado al inicio de la entrevista. Es un mercado altamente competitivo, críptico para el lego en derecho, complejo en su regulación y altamente expuesto a la digitalización. Liderar, transitar, colaborar en esas circunstancias requiere altas competencias de autoliderazgo, toma de decisiones, comunicación y networking que se desarrollan a través de la marca personal.
En el mundo anglosajón, sin embargo, las marcas personales de los abogados son tan potentes que están empezando a preocuparse por la cultura de firma: ¿Cuánto más marca personal menos marca corporativa o a la inversa?
Las firmas de abogados son empresas y han de recordar que, como dijo Peter Druker: “La cultura se come como desayuno a la estrategia”. Ya no vale con escribir en sus páginas web frases como “somos una firma de excelencia y reconocido prestigio”, para mantener a sus abogados fidelizados y comprometidos han de dedicar mucho tiempo y esfuerzos a trasmitir y mantener su cultura. Ahora bien, los tiempos donde la frase de Henry Ford de “daré a mis clientes la opción de elegir el color del coche siempre que sea negro” han quedado atrás. Se ha demostrado que los grupos diversos son más creativos que los homogéneos, especialmente si están compuestos por un número significativo de mujeres. La marca personal ayuda a impulsar talentos individuales y sumarlos a la inteligencia del grupo. A apreciar al individuo sin olvidar el fin de la colectividad. Si sumas la marca personal a la marca de la empresa, el resultado es ganador.
En el sector legal se habla de marketing de liderazgo intelectual: ¿Podrías potenciar ese liderazgo trabajando marca personal?
La economía fordiana ha dado paso a la economía del conocimiento. El talento más apreciado ya no es la fuerza bruta ni la destreza motriz sino la riqueza de pensamiento. Esta nueva economía postfordiana ha promovido el aumento de formación y el ensalzamiento de las personas que son capaces de aportar conocimiento. Las universidades han aumentado el número de alumnos, los profesionales han incrementado el número de titulaciones y las publicaciones científicas se han multiplicado. Incluso ha emergido una nueva categoría de “famosos” que destacan por la brillantez intelectual y comunicativa cuyos fans siguen y admiran gracias a las redes sociales y eventos tipo TED. La marca personal surge fruto de todos estos cambios y no al revés. Es una disciplina que potencia el liderazgo intelectual y facilita que una persona conecte con su grupo de seguidores, que tanto puede ser el departamento que supervisa, el consejo al que reporta, el cliente que defiende o los seguidores de Linkedin o Twitter de sus publicaciones.
Nos gusta tu propuesta: ¿por qué resultas diferente?
Me siento halagada, gracias. Mi diferencia radica en tres características. La primera, me apoyo en la ciencia. La segunda, me avala la experiencia: he asesorado a cientos de líderes y profesionales en el desarrollo de su marca personal y los excelentes resultados en el aumento de su liderazgo y el éxito de sus carreras profesionales son notablemente visibles. La tercera, soy una optimista pragmática. Sé que la perfección no se puede alcanzar y que muchas cosas fallan, incluso en marca personal. Sin embargo, siempre se puede perfeccionar.
Y te contaré una cosa más. Provengo de una familia entroncada en el derecho y creo que la sangre de abogados que corre por mis venas ha potenciado en mí las cualidades analíticas que han sido determinantes en la forma de abordar y desarrollar marca personal.