A estas alturas del año 21, nadie es ajeno al fenómeno de las criptomonedas y, por ende, al propio fenómeno blockchain. Se podrá entender o no cómo funciona, pero una cosa parece clara: la generalidad de los profesionales financieros y legales han escuchado estos conceptos alguna vez en la actualidad (a diferencia de lo que ocurría hace escasamente 4 años).
Se conocen y se especula continuamente sobre la veracidad, credibilidad, eficacia y legalidad, etc., de esta tecnología descentralizada que, más allá de las criptomonedas está teniendo múltiples aplicaciones. Y no es de extrañar porque lo disruptivo asusta y hace temblar los cimientos de los sistemas admitidos y consolidados oficialmente. Hasta aquí, ese escepticismo compartido nos resulta normal y de todo punto fundado. Es por eso que los legisladores de las grandes potencias económicas mundiales están tratando de elaborar regulaciones que limiten esta aplicación descentralizada precisamente para que no acabe con el control central. Incluso el gobierno chino está trabajando en su propia moneda virtual (y mientras tanto prohíbe la minería blockchain en su territorio).
Ahora bien, parece que el debate está adoptando otro nivel y el concepto blockchain avanza hacía lo que se denomina blockchain científico. En cierto modo el calificativo de científico sin duda, lo eleva de categoría conceptual y lo rodea de una mayor seguridad y robustez. Y esta percepción se genera porque blockchain científico es aquella tecnología descentralizada que se desarrolla por un equipo global de académicos y científicos permitiendo encontrar un equilibrio entre los intereses de los usuarios de la cadena de bloques y los reguladores. En definitiva, una blockchain de tercera generación que ofrezca soluciones a los problemas de escalabilidad e interoperabilidad con un equipo de académicos muy sólido detrás.
Efectivamente, el rigor y excelencia académicas se están invirtiendo en la mejora de la tecnología blockchain como nos muestran dos ejemplos, bien dispares, pero con esta filosofía común:
- Stanford Computer Security Laboratory
Los proyectos de investigación de este grupo se centran en diversos aspectos de la seguridad de las redes y los ordenadores. En particular, el grupo se centra en las aplicaciones de la criptografía a los problemas de seguridad del mundo real.
Dentro del Security Lab se encuentra el Stanford Crypto Group (The Stanford Center for Blockchain Research) donde un elenco de prestigiosos profesores académicos de ingeniería, derecho y economía junto con investigadores postdoctorados y estudiantes, centran su investigación en el estudio de las criptomonedas y las tecnologías blockchain. La misión principal del centro es apoyar el ecosistema mediante el desarrollo de nuevas tecnologías necesarias para el avance en este campo. Y, además de su misión de investigación, el centro lleva a cabo un amplio programa de educación y divulgación. - IOHK y proyecto Cardano
IOHK es una de las empresas de ingeniería e investigación de infraestructura blockchain más importantes del mundo. Se definen como una organización de trabajo remoto totalmente descentralizada comprometida con los más altos principios de rigor académico y desarrollo de software basado en evidencia. También es la fuerza impulsora detrás de la plataforma de Smart contract, Cardano.
Precisamente la destacamos por tratarse de otro ejemplo en el que un elenco muy amplio de prestigiosos académicos están trabajando e investigando para que las soluciones con tecnología blockchain sean más flexibles, seguras y escalables y sobre todo que vaya acompasada con la regulación vigente en cada momento. El propio Cardano se desarrolló utilizando métodos de investigación académica. Por tanto, su desarrollo se basa en evidencias científicas. Es un proyecto que comenzó en 2015 como un esfuerzo por cambiar la forma en que se diseñan y desarrollan las criptomonedas respaldado por IOHK. La gran particularidad es que se trata una institución líder en el estudio académico de la infraestructura fintech blockchain. Sus estudios de investigación abordan temas complejos, pero son muy necesarios para construir una base sólida en la industria de la infraestructura fintech blockchain.
Su fundamento parte de la idea de que el enfoque tradicional del mundo financiero ha sido siempre la centralización, en el que los bancos y las instituciones financieras desempeñan el papel principal. Sin embargo, el nuevo paradigma es la descentralización, donde las transacciones entre pares y la infraestructura fintech blockchain son la norma. Las áreas de investigación que surgen de este cambio son abiertas y amplias y el objetivo es abordarlas con estudios de investigación.
Quizás de ese escepticismo inicial del que partíamos al principio de este artículo, después de conocer estos ejemplos, pasemos a estar atentos a la evolución del concepto blockchain. Quizás nos interese a todos poner atención a proyectos innovadores, disruptivos, descentralizados, pero rigurosos y académicamente sólidos.
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