Datos biométricos: ¿qué son y por qué su recopilación pone en jaque a algunos países?

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Los datos biométricos son aquellos que están diseñados para identificar a las personas mediante el uso de sus características biológicas y fisiológicas y goza de una especial protección como dato personal. Se podría decir que los datos biométricos forman parte de la privacidad de los individuos y salvo que estos consientan o se encuentren en situaciones excepcionales determinadas por la Ley, no pueden recopilarse y en menor medida utilizarse invadiendo con ello la esfera de privacidad de las personas.

Comparitech ha actualizado su estudio (Biometric data study- 96 countries ranked) relativo a la clasificación de los países en función de su mayor o menor protección de los datos biométricos, o si se prefiere de la mayor o menor intromisión en la privacidad de sus ciudadanos. Para llegar a las conclusiones sobre la base del análisis comparativo justo y equitativo entre países, se ha partido de: dónde se toman los datos biométricos, para qué se toman y cómo se almacenan.

Los resultados arrojan una clasificación de 5 países que podrían calificarse de menos respetuosos con la protección de los datos biométricos y 5 países que serían los que más están protegiendo estos datos.

Top 5 worst countries for biometric data collection and use

  1. China; 2.  Costa Rica; 3. Irán; 4. USA, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Bangladesh, Filipinas y Uganda y 5. Iraq y Malasia.

Top 5 countries for protecting biometric data (to some extent)

  1. Turkmenistan; 2.  Etiopia; 3. Azerbaijan y Bahrain; 4. Portugal e Irlanda; 5. Guatemala, Luxemburgo, Paraguay, Polonia, Rumania, Túnez, y Reino Unido.

Del estudio se desprende la tendencia ascendente a la recopilación y uso de datos biométricos a través de la implantación (o prueba) de sistemas CCTV de reconocimiento facial, o sistemas de reconocimiento de huellas dactilares para acceder a datos de aplicaciones en línea (fundamentalmente en el sector de la banca).

En medio de este contexto han emergido desde dos países bien diferentes, aunque comparten frontera, preocupaciones por el uso -o intento de-, que se está haciendo de los datos biométricos de sus ciudadanos en situaciones muy dispares.

EEUU y su preocupación por la recopilación de datos biométricos de sus nacionales por parte de China

Desde el National Counterintelligence and Security Center se ha publicado una nota (China’s Collection of genomic and other healthcare data from America: risk to privacy and U.S. economic and national security -February 2021-), alertando de la posible fuga de datos sanitarios de los ciudadanos estadounidenses hacia empresas de salud chinas.

Tanto es así, que la situación se califica de riesgo no sólo para la privacidad de los ciudadanos estadounidenses sino también para la economía y supremacía americanas en el sector de la biotecnología. 

Según la nota del Center, la República Popular China lleva años accediendo a los datos sanitarios de Estados Unidos, incluidos los datos genómicos, a través de diversos canales, pudiendo ser especialmente atractivos y valiosos para China debido a la diversidad étnica de la población estadounidense.

Además, en comparación con otros países, como queda reflejado en la clasificación de Comparitech, Estados Unidos tiene menos salvaguardas sobre los datos médicos y sanitarios, de tal modo que, a lo largo de los años, las empresas chinas han aprovechado este entorno invirtiendo en empresas estadounidenses que manejan datos sensibles de salud y otros tipos de datos personales, lo que les permite entrar en el mercado norteamericano. Se citan algunos ejemplos, la china BGI compró la empresa estadounidense de secuenciación genómica Complete Genomics en 2013. En 2015, la china WuXi Pharma Tech adquirió la empresa estadounidense NextCODE Health para posteriormente formar WuXi NextCODE Genomics.

Además, las empresas chinas también han obtenido acceso a los datos sanitarios de Estados Unidos asociándose con hospitales, universidades y otras organizaciones de investigación en Estados Unidos. Estas entidades estadounidenses buscan habitualmente servicios de secuenciación genómica de bajo coste para sus instalaciones, que las empresas biotecnológicas chinas pueden proporcionar a menudo gracias a las subvenciones del gobierno chino.

Sin lugar a dudas, estas asociaciones y colaboraciones permiten que las entidades estadounidenses amplíen sus capacidades de investigación, mientras que las empresas chinas acceden a más datos genéticos de un conjunto más diverso de personas, que pueden utilizar para nuevos productos y servicios médicos. Ahora bien, también supone una amenaza creciente a la privacidad y supremacía económica y científica de EEUU en este campo.

De ahí que empiecen a surgir voces alertando de la situación, en un país que, salvo iniciativas aisladas, cuenta con un sistema muy alejado al implantado por el GDPR europeo.

México y la preocupación de sus nacionales por la creación de un Padrón Nacional de usuarios de Telefonía móvil

La Comisión de Estudios Legislativos del Senado mexicano, acaba de aprobar la creación de un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, PANAUT mediante la reforma de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (entró en vigor el 17 de abril tras publicarse en el Diario Oficial de la Federación, DOF), con la meta de reducir los delitos de extorsión y secuestro. La propuesta, que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados, busca generar un registro con el número de serie de la tarjeta SIM e información personal de los usuarios.

Por tanto, en el caso de México, es el propio gobierno el que solicita los datos biométricos a sus nacionales con ese pretendido fin. 

Las críticas a la iniciativa legislativa se han sucedido desde múltiples instancias y el descontento generado ante la inseguridad a la privacidad que la medida puede representar no se esconde.

Prueba del cuestionamiento del PANAUT, y de manera inmediata a la entrada en vigor de la reforma el juez titular Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa, especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones, Juan Pablo Gómez Fierro,  ampara a un ciudadano mexicano decretando la suspensión de la entrega de datos biométricos por parte del usuario de telefonía móvil, mediante medida cautelar, entendiendo que la entrega de datos personales y biométricos para registrar una línea de telefonía móvil en el PANAUT «podría no ser idónea ni proporcional».

Si bien el Juez entiende que la modificación legislativa persigue un fin constitucionalmente legítimo, no advierte una relación directa o causal entre la existencia de ese padrón y una mejor investigación y persecución de los delitos. Es más, considera que puede afectar a derechos humanos como el derecho al acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones.

Y todo esto en un país en el que se habla de bases de datos en mercado negro desde hace años. 

A la vista de todo lo anterior se podría decir que los datos biométricos globales están en el tablero de   juego mundial y su protección mediante regulación sólida es necesaria a nivel global, no solo por el necesario respeto a la privacidad, sino también por la especulación generada con la venta y comercialización de estos datos personales.


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