En la era de la progresiva digitalización de los tribunales de justicia y de las grandes reformas encaminadas a facilitar el acceso a la justicia, las cuestiones más atinentes a la esfera familiar no son una excepción. Efectivamente, cada vez son más las iniciativas o propuestas dirigidas a dotar de celeridad y agilidad a las tramitaciones relativas a las crisis familiares.
Dos buenos ejemplos del avance que se está produciendo en este ámbito los encontramos en dos países como EEUU e India.
“Hello Divorce” en EE.UU.
La abogada estadounidense Erin Levine (prestigiosa y multipremiada), es la artífice de una plataforma online al servicio de los miembros de un matrimonio que inician su proceso de crisis matrimonial facilitándoles toda la tramitación con la consiguiente reducción de costes.
En la filosofía del proyecto subyace la idea de que los procesos de divorcio no deben ser traumáticos, caros y eternos. Por tanto, la prolongación innecesaria de estos procesos en un intento de alargar las batallas humanas entre los protagonistas del conflicto, solo conduce al drama y es totalmente arcaica en la sociedad digital del s. XXI.
El proyecto de Levine, premiado y reconocido, pretende ahora su expansión por gran parte de los estados en EEUU. Con origen en California, comenzó «Hello Divorce» en 2017 en su bufete, Levine Family Law Group. Se configura como una plataforma digital de acceso directo a los usuarios y los guía en el proceso de divorcio desde el inicio hasta el final.
La gran preocupación de la abogada ha sido superar los escollos éticos y propiciar una tramitación del divorcio con costes económicos asequibles a la generalidad de la población. Debido a su éxito y aceptación por los usuarios, inicia ahora su expansión por otros estados de manera gradual de la mano de la tecnológica Access to Justice Tech.
El proyecto presenta además el valor añadido de la posibilidad de buscar acompañamiento en un equipo de mediadores.
Así entendido, se nos muestra como un ejemplo de tecnología al servicio de las personas en su esfera más humana, que lejos de enfriar las relaciones interpersonales, les aporta transparencia y celeridad, evitando desgastes humanos innecesarios a través de batallas legales interminables.
Reclamación de ODR para el Derecho de Familia en la India
En la India empieza a aparecer la distinción terminológica entre familia tradicional y familia moderna. Y es precisamente la referencia a esta última la que fundamenta la reclamación por parte de algunos de la aplicación de las ODR a las crisis matrimoniales.
El Vidhi’spaper (JULIO 2020), ODR: The Future of Dispute Resolution in India (Deepika Kinhal, Lead & Senior Resident Fellow; Tarika Jain, Vaidehi Misra and Aditya Ranjan, Research Fellows) sugiere una estrategia modular por etapas para fortalecer la solución alternativa de controversias y su implementación en la India.
En el estudio se refleja cómo, cada vez con mayor frecuencia, se van incorporando centros de ODR anexos a los tribunales para acelerar la tramitación de cierta categoría de casos, aportando el gran valor de incorporar una propuesta de grandes principios que deben presidir su aplicación, así como los requisitos que deben concurrir en los casos para ser tramitados por esta vía.
La estrategia de despliegue gradual en el tiempo pasa por 3 fases: 1) Concienciación; 2) Selección de casos, y 3) Trabajo conjunto de plataformas ODR privadas y públicas.
Dentro de los temas seleccionados como idóneos para someterse a las ODR se encuentra el Derecho de Familia al considerarse que las familias modernas, que viven e interactúan a través de la red, también deben tener a su alcance un medio para gestionar las crisis matrimoniales de manera ágil y transparente.
Ahora solo queda esperar un marco regulatorio claro y preciso de las Online Dispute Resolution.
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