Una de las técnicas novedosas que se ha incorporado al decálogo de cosas importantes a tener en cuenta en el sector legal, es la de los Regulatory Sandboxes.
Efectivamente, hace una década no existía noción de esta metodología encaminada a proporcionar un espacio de prueba a compartir entre legisladores, tejido empresarial y consumidores, para fijar los marcos normativos que puedan ajustarse a los nuevos modelos de negocio y a las nuevas realidades que el avance tecnológico propicia.
Sin lugar a dudas, una técnica innovadora y caracterizada no sólo por la colaboración entre distintos actores y sectores sino también, muy importante, por su vocación de temporalidad ante los trepidantes cambios que la tecnología genera. Esto permite la flexibilidad y adaptación necesarias.
Un buen planteamiento de futuro podría derivar de la importación de la metodología Sandbox al interior de las firmas legales, generando “cajas de arena” o laboratorios en los que se testen las mejores posibilidades de uso de herramientas legal tech para la mejora de procesos y satisfacción de sus usuarios (abogados y clientes).
Se trataría, por tanto, de Sandboxes internos siguiendo el modelo de los Regulatory Sandboxes que vayan encaminados a abrir un espacio de prueba dando cabida a abogados de todos los niveles, expertos tecnológicos y clientes.
En la “caja de arena” el propósito será ensayar y testar herramientas tecnológicas que definan una política legal tech propia de la firma y el objetivo construir un marco de medidas concretas en función de los resultados alcanzados.
La metodología Sandbox con este propósito presenta enormes ventajas para el posicionamiento legal tech de los bufetes de abogados. Más allá de la necesidad de automatizar procesos y ganar en eficiencia, destacan las siguientes cuestiones importantes:
1. La llamada generación Z (nacidos entre 1995-2012) que inicia su desembarco en el mundo laboral, sin lugar a dudas busca la mejor tecnología. Finalmente, su decisión por incorporarse a una firma legal u otra vendrá condicionada por este dato. La generación mejor formada de la historia, a juicio de todos los expertos, entre otras razones por su adiestramiento en el uso de la tecnología, tiene mucho que aportar en la mejora continua del modelo legal tech de la firma. Además, esta metodología es más que adecuada para retener el talento que representan estos jóvenes.
2. La Implicación de los profesionales del despacho en el desarrollo tecnológico de la organización, ayudará sin duda, a generar el cambio de cultura que implica el avance hacia la era legal tech. La metodología Sandbox no comporta la constitución de un comité o departamento puesto que su finalidad es construir un marco general y adaptado de normas internas que deberán acatarse e implementarse. Por tanto, y como valor añadido, la participación de profesionales de todos los niveles en la “caja de arena” puede ayudar también a estrechar la diferencia generacional tan patente en el ámbito legal tech.
3. La entrada de clientes entre los actores del Sandbox interno es también decisiva para acertar en la adopción de una política legal tech de la firma que vaya encaminada a ser exitosa. No será posible avanzar en el consenso de fórmulas definitivas -al menos temporalmente- sin tener en consideración los temores y preocupaciones del cliente. Es una pieza fundamental para el ensayo y testeo y además para conseguir el propósito de la doctrina client-facing.
4. Los ingenieros y profesionales tecnológicos expertos en el sector legal deben ocupar un lugar destacado en la “caja de arena”, asesorando y seleccionando las mejores soluciones tecnológicas ajustadas al modelo legal tech que persiga la firma.
Si alguna cosa buena nos ha dejado la COVID-19 es el cambio “forzado” de mentalidad abierto al uso de herramientas tecnológicas. Los esfuerzos del Head of Legal Innovation para impulsar y promover ese cambio, serán sin duda, mucho menos necesarios. Por tanto, una vez operado ese cambio a nivel general, queda ahora construir un buen marco concreto de normas internas que determine el modelo legal tech propio de la firma legal. Con metodología Sandbox creando un espacio de laboratorio entre todos los actores necesarios, no solo es posible, sino que además permite ir ajustando el modelo legal tech a todos los cambios que el avance tecnológico genera de manera continua. Al tratarse de una metodología Agile es una de las características que la definen.
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