Estonia vuelve estar a la vanguardia en la implantación de soluciones tecnológicas que mejoren la experiencia de usuario y la prestación de servicios por parte de los sectores público y privado. Hace un año ya avanzamos que Estonia se preparaba para tener jueces robot y en este momento, lidera dos proyectos que se consideran pioneros a nivel mundial.
Realización de trámites administrativos a través de asistentes virtuales
El gobierno de Estonia está trabajando en un proyecto que persigue elevar este año su estrategia de servicios digitales al siguiente nivel, con la creación de una red de robots de programas informáticos del sector público que, mediante un asistente virtual elegido por el ciudadano, puedan acceder a los procesos completos de solicitud de servicios gubernamentales.
Lo relevante del proyecto, además de la agilización de los trámites burocráticos que comporta, es el método elegido para hacerlo posible ya que el gobierno no pone a disposición de los ciudadanos una interfaz, sino que son estos los que eligen el tipo de asistente virtual que quieran utilizar para realizar sus gestiones con el sector público. Puede ser Siri, Alexa, o cualquier asistente doméstico, al que los ciudadanos ya “conocen” y con el que están habituados a interactuar.
Los ciudadanos estonios podrán solicitar a su asistente virtual elegido que gestione la renovación de su pasaporte o incluso que realice la solicitud para obtener los datos para liquidar su declaración fiscal. Esta orden desencadenará un proceso automatizado en el que las solicitudes de inteligencia artificial de diferentes departamentos interactúan para completar el expediente.
El Chief Information Officer del gobierno estonio, Siim Sikkut, dijo a Computer Weekly que el proyecto, conocido como #KrattAI, está en su etapa conceptual y permitirá a los ciudadanos, si lo desean, interactuar con el gobierno de forma similar a como utilizan a Alexa para solicitar cierta música o pedir comida.
El éxito del innovador proyecto va a depender en buena medida de la seguridad y confianza que se genere por parte del gobierno estonio en los sistemas de identidad digital.
Una vez el ciudadano haga una solicitud de voz, el asistente virtual podrá pedir una huella dactilar para verificar su identidad o una identificación personal para utilizarla en un documento, pero además de eso se automatizarán las solicitudes de servicios como la renovación de pasaportes. La agilidad del proceso se pretende llevar a tal nivel que los ciudadanos, por ejemplo, serán contactados por el asistente virtual para ofrecerles ayuda si su pasaporte está cerca de la fecha de caducidad.
El asistente virtual podrá hacer que se encargue uno nuevo y se ponga en camino después de una conversación con el ciudadano, tomando una nueva foto de pasaporte por teléfono, realizando la identificación mediante una huella dactilar y vinculándose a los sistemas de las autoridades administrativas necesarias para la validez del documento.
Si el proyecto se materializa con la seguridad y confianza necesarias para la credibilidad del ciudadano, la idea de Estado rígido y arcaico anclada en la sociedad pasará a la historia.
Smart-ID: proyecto de identificación digital
El innovador Smart-ID de Estonia se convierte en el primer servicio de identificación electrónica que incluye una autenticación biométrica certificada con el más alto estándar de la UE.
A través de un comunicado de prensa de SK ID Solutions, se ha hecho público que los usuarios pueden ya autenticar su identidad con una firma digital, aprobada por la Autoridad del Sistema de Información de Estonia (Information System Authority -RIA-).
La empresa SK ID Solutions, con sede en Estonia, es proveedora del servicio de identificación inteligente disponible en los países bálticos, y ha trabajado en un nuevo proceso de registro biométrico para la identificación inteligente, que permite a los ciudadanos crear una cuenta de identificación inteligente sin tener que visitar físicamente una sucursal bancaria, por ejemplo.
Smart-ID, es por tanto un sistema de identidad digital de libre uso destinado a sustituir a las tarjetas físicas y a la seguridad basada en el PIN, fue introducido por primera vez por SK ID Solutions en 2017. Actualmente lo utilizan más de 2,6 millones de personas en la región del Báltico y cuenta con más de 50 millones de transacciones procesadas cada mes.
En su nueva versión más avanzada, este sistema de identidad digital ha sido posible gracias a la utilización de la tecnología de verificación de documentos ReadID basada en NFC de InnoValor, junto con la tecnología patentada de verificación facial Flashmark de iProov (con un escaneo de 3 segundos).
El nuevo método de registro biométrico requiere una versión actualizada de la aplicación Smart-ID, un teléfono inteligente con una cámara que funcione y capacidades NFC, y un pasaporte biométrico previamente existente.
Se trata, por tanto, de una primicia mundial y sólo ha sido posible su realización mediante la obtención de una certificación según las normas más rigurosas de la UE en materia de confianza y seguridad en línea. Los auditores alemanes independientes TÜV han certificado la solución para que se ajuste a la cláusula 24 1 d) del eIDAS, tal y como ha sido confirmado por el Gobierno de Estonia.
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