En tiempos de celeridad en la consecución de todo lo que necesitamos y además de una manera cada vez más orquestada por inteligencia artificial, el sector legal no debería resistirse al cambio.
Probablemente, la mejor manera de estar dentro de la rueda sea anticiparse a los acontecimientos. En un mundo en el que si necesitamos organizar un viaje lo podemos hacer en un breve lapso de tiempo con un asistente virtual; si necesitamos realizar una consulta médica rápida lo podemos hacer a través de una plataforma de asistencia 24h; si necesitamos asistencia para la resolución de un problema informático la obtenemos de manera instantánea, pues también, podemos obtener asistencia para resolver cuestiones o consultas jurídicas en un breve lapso de tiempo.
Chatbots: ¿robots o humanos?
Es ya una realidad la proliferación de chatbots en el sector legal, fundamentalmente en el panorama internacional pero también de manera creciente en España. Los chatbots que se definen como un tipo de tecnología informática que permite mantener una conversación y resolver preguntas recurrentes o básicas, son sin duda un asistente virtual que puede ofrecer importantes ventajas al cliente. Recordamos que el primer chatbot en el sector legal con enorme éxito de ejecución es la app británica DoNotPay autodenominado The World’s First Robot Lawyer.
Y es cierto que estos “compañeros virtuales” pueden cumplir la finalidad de proporcionar una experiencia de diálogo fácil y accesible sobre cuestiones específicas que preocupan al interlocutor humano. En definitiva, son un canal de comunicación en consonancia con la tecnología del s. XXI alimentada por inteligencia artificial y que encuentra su encaje en el sector jurídico poco a poco. Pero a día de hoy es difícil concebirlos como asistencia jurídica virtual.
La asistencia jurídica virtual requiere de expertos -humanos- que estén al otro lado del ordenador o smartphone y que en un breve plazo de tiempo atiendan y resuelvan las cuestiones jurídicas planteadas. Expertos, cuanto más referentes en su sector mejor -siendo esto garantía de la calidad de las respuestas-, que proporcionen las siguientes ventajas frente a la prestación de asistencia jurídica “tradicional”:
- Fácil acceso a referentes del sector.
- Inmediatez en la obtención de la solución a la cuestión planteada.
- Satisfacción de cliente: dinamismo y comodidad en la prestación del servicio.
La asistencia jurídica virtual se encamina a proporcionar base jurídica fundamentada que puede demandarse por muchos actores en el sector legal: particulares, empresas, abogados, profesores, etc. Por tanto, se aleja del concepto de resolución de casos con múltiples implicaciones interdisciplinares propia de un despacho de abogados. Más bien se asimila al concepto de consulta jurídica específica.
Innovación con sentido
Existen en la actualidad servicios de este tipo como la Llamada Experta de Lefebvre. La propia denominación del servicio nos enseña sus características: facilidad de acceso, inmediatez y asesoramiento excelente de la mano de expertos. Es un modelo de innovación en la prestación de contenido jurídico de excelencia, poniendo al servicio del cliente los conocimientos de profesionales referentes en sus disciplinas.
En palabras de José Angel Sandín, CEO de Lefebvre España, a The Technolawgist: “Identificamos las necesidades de nuestros clientes, para ofrecerles soluciones innovadoras que aporten un valor añadido real para el desarrollo de su negocio”.
Sin lugar a dudas, un modelo de innovación en el sector de las editoriales jurídicas que ha sabido aprovechar la digitalización para mejorar la prestación de sus servicios: innovación con sentido.
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