Hace unos meses nos sorprendió la noticia sobre Estonia y su iniciativa para utilizar jueces robot en la resolución de casos planteados ante los tribunales. The Technolawgist tuvo el privilegio de publicar en primicia la entrevista con Ott Velsberg, Chief Data Officer del Gobierno de Estonia.
Esta noticia generó mucha expectación y en cierto modo, supuso un renacer del debate acerca de si debemos utilizar jueces robot o no, es decir, si los usos de la Inteligencia Artificial (IA) deben tener un límite cuando se trata de sustituir -aunque no sea totalmente- a un humano por una máquina en la impartición de justicia. Y mientras debatimos sobre el tema, China ya tiene implantados cientos de robots en los juzgados.
El monstruo mundial en IA ha prescindido de cualquier intento de debate acerca de los usos a los que se destina la IA, ni en el ámbito de la justicia; ni el sector sanitario; ni en el sector del arte; ni en el sector de la educación en el que para pasar lista de asistencia en clase a los alumnos ya se está utilizando el escáner facial.
Por lo que se refiere a los juzgados chinos, actualmente es bastante frecuente ser atendido por un asistente robot que resuelve preguntas y lo hace en un lenguaje que el ciudadano común pueda entender. Un robot que ha sido ideado y entrenado para dar asistencia legal inicial a todo aquel que la solicite.
El primer asistente artificial utilizado en China se denomina Xiao Fa, que puede traducirse como “derecho pequeñito” o “ley pequeñita”, y según explica Matías Aránguiz el primer piloto fue testado en el año 2004 en Shandong en temas penales. El sistema se diseñó para analizar 100 crímenes y la idea era estandarizar condenas y generar automáticamente borradores de sentencias. Xiao Fa era el primer paso para llegar a instaurar juzgados inteligentes o incluso cibernéticos o virtuales. Pues bien, el primer tribunal virtual o cibernético se estableció en la ciudad china de Hangzhou en agosto de 2017. Y después se abrieron salas similares en Pekín y Guangzhou. Estos llamados tribunales de internet son competentes para determinados asuntos relativos a las operaciones en red, comercio electrónico y propiedad intelectual.
Según la agencia de noticias china Xinhua, el centro de servicio de litigio en línea del Tribunal de Internet en Beiging introdujo este verano un módulo de software que utiliza tecnología de inteligencia artificial para ayudar a las decisiones en los procedimientos legales ordinarios, como la apertura y el procesamiento de casos.
En realidad, se trata de una interfaz con imagen y voz femenina que ayuda a los jueces humanos en cuestiones más repetitivas (y por tanto, susceptibles de automatización), y que pretende descargarlos para que estos se centren en las cuestiones jurídicas de fondo.
Inteligencia artificial al servicio de la inteligencia humana, o lo que es lo mismo; un juez robot que apoya a un juez de carne y hueso.
Este desarrollo e implementación de IA está dentro del plan del gobierno chino que persigue obtener en 2020 sus 17 metas fijadas y sobre todo su gran objetivo en 2030: superar a EEUU en este campo. De momento, la incorporación de jueces robot a los juzgados se concibe como un acompañamiento que permite descargar el colapso existente, a día de hoy, en los tribunales del país asiático.
Es interesante, conocer también que la compañía Yitu Technology está trabajando e investigando en la creación de un programa de reconocimiento que conseguirá no solo la identificación de la persona sino incluso la lectura de las emociones.
Recordamos que Yitu es una de las firmas de reconocimiento facial más avanzadas en el sector, y su producto estrella es el Yitu Dragonfly Eye -que permite la detección facial tanto estática como dinámica- que ya se está utilizando por el gobierno chino para la vigilancia generalizada de su población y se ha incorporado a numerosos sistemas de seguridad.
Puestos a imaginar, imaginemos que el programa de reconocimiento en el que trabaja Yitu se incorpora a un juez robot, que pasaría a tener la capacidad de detectar y leer emociones. Imaginemos.
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Creo que esos robots no merecen llamarse « jueces » por el hecho de ayudarles.
Creo que desvaloriza la función de un juez.
Estos robots se limitan a repetir artículos de códigos de leyes y hacer alguna interconexión, y estoy segura que ni eso lo hará bien para todos los casos dadas las particularidades que pueden haber.
Beatriz supongo que tienes conocimiento amplio de la inteligencia artificial
Conoces el sistema de entrenamiento de estás redes?
Creo que el problema más serio radicaría en entrenarla por ejemplo con los juicios a las minorías negras de EE.UU o los juicios de corrupción a la clase política argentina…
Es una estructura de poder irreversible de control en diversas áreas y consiguientes etapas.
Osvaldo Buscaya
OBya
Psicoanalítico
Si alguna vez vamos a entender que el ser humano en el fondo es un robot que tieme sus límites. Las máquinas superarán a los humanos, las leyes son creaciones del hombre y oor ende un Juez no se sale de la ley, eso lo hara mejor un robot