Los últimos años han sido, probablemente, los más oscuros para la red social de Mark Zuckerberg. Hoy por hoy, Facebook se asocia a desconfianza, manipulación y ‘fake news’. La multinacional estadounidense sigue teniendo, por mucho, la red social con más usuarios y, por ello, ha decidido tomar cartas en el asunto. Como ya anunció Zuckerberg en noviembre del año pasado, Facebook tendrá una Corte Suprema que vigilará, analizará y resolverá los problemas de los usuarios.
Los esfuerzos de Facebook se centran en limitar el discurso de odio y el extremismo en su plataforma. El anuncio de la creación de la Corte Suprema se realizó tras la última audiencia que tuvo lugar en el Comité del Comercio del Senado en la que se trataba sobre cómo el Big Tech estaba manejando el contenido violento.
Los puntos fuertes del discurso de odio en los que Facebook quiere intervenir están, sobre todo, centrados en la definición de las organizaciones terroristas, que podrían incluir personas y grupos que atentan violentamente contra civiles, y no solo aquellos que tienen intenciones políticas o ideológicas. Relacionado con lo anterior, la multinacional norteamericana está estudiando actualizar su inteligencia artificial para identificar y eliminar los vídeos de tiroteos en vivo.
En un post reciente, Mark Zuckerberg explicó: “El consejo será un defensor de nuestra comunidad, apoyando el derecho de las personas a la libre expresión y asegurándose de que cumplamos con nuestra responsabilidad de mantener a las personas seguras”.
El propio Zuckerberg detalló cómo funcionaría la Corte Suprema: “Un órgano de supervisión independiente que contará, en sus inicios, con 11 miembros remunerados y a jornada parcial, aunque podrá ser ampliado a 40”. Dicho puesto no podrá superar los nueve años (divididos en tres trienios) y será ocupado por las personas que tengan el “mayor potencial de guiar las futuras decisiones y políticas de la empresa”.
En cuanto al funcionamiento de dicha Corte, el CEO advierte: “Para presentar una queja el usuario debe haber agotado todas las apelaciones en el sistema de moderación que Facebook ya tiene implementado”. Además, Zuckerberg también trató de convencer a los escépticos: “La decisión de la junta será vinculante, incluso si yo o alguien de Facebook no está de acuerdo. La junta utilizará nuestros valores para informar de sus decisiones y explicar su razonamiento abiertamente y de una manera que proteja la privacidad de las personas”.
¿Conseguirá Facebook el equilibrio (casi imposible) entre libertad de expresión y censura adecuada en su red social?
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