La inteligencia artificial, ese concepto tan asociado al sector tecnológico, ha llegado al sector legal, ese sector tan convencional y poco relacionado con la tecnología, para quedarse.
El Consejo General del Poder Judicial español está considerando la introducción de la IA en la predicción de sentencias, según el diario Vozpópuli. Así pues, España se sumaría a países como Estados Unidos y Estonia donde la aplicación de IA está entrando en las últimas fases.
En el caso de la predicción de sentencias, la IA permite establecer patrones de eficacia en, aproximadamente, el 85% de los casos. La gran ventaja de su introducción es la velocidad burocrática de cara a agilizar los juzgados españoles.
Estonia, el espejo en el quemirarse
El país báltico lidera, a nivel mundial, la transformación por completo del país a través de la inteligencia artificial. Hoy en día, Estonia tiene una base de datos de 1,3 millones de ciudadanos en las que ya aplica IA y machine learning.
Ott Velsberg, Chief Data Officer del Gobierno de Estonia, en palabras a The Technolawgist, explicó los avances en IA: ”Lo importante es hablar de procesos de automatización a través de IA pero siempre con la posibilidad de reclamar por parte de los humanos. Todo el mundo tiene derecho a impugnar la reclamación recaída. El proceso no cambia, sí la velocidad de los trámites”.
La gran amenaza: los sesgos algorítmicos
Los sesgos algorítmicos hacen referencia a los prejuicios que se esconden en la IA y que afectan directamente a las minorías y a las comunidades más pobres. El big data no interpreta los resultados y el hecho de poder producirse patrones repetitivos puede llevar a sesgar los resultados en favor de unos y en contra de otros.
Cathy O’Neil, matemática estadounidense, explica que los algoritmos son “opiniones encerradas en matemáticas”. Además, añade: “Con los algoritmos tratamos de trascender el prejuicio humano poniendo en marcha una herramienta científica. Si fracasan, provocan que la sociedad entre un bucle destructivo, porque aumentan la desigualdad progresivamente”.
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