El Legal Tech sigue siendo un concepto ambiguo, confuso y alejado de la realidad para muchos abogados. Existen dudas sobre lo que significa, los beneficios que puede reportar y de cómo aplicarlo en la práctica. Empezar por el ámbito contractual, puede ser la mejor estrategia para implantar herramientas Legal Tech en el día a día de tu equipo y obtener resultados tangibles.
La irrupción de nuevas tecnologías no es suficiente para transformar el sector legal
Es habitual asociar la transformación de un sector con la adopción de una nueva tecnología. Sin embargo, aunque la aparición de nuevas tecnologías suele ser un factor determinante, las herramientas tecnológicas por sí mismas no consiguen transformar una industria. La verdadera transformación se alcanza cuando surge un modelo de negocio que vincula estas nuevas tecnologías con una necesidad emergente en el mercado.
Precisamente por esta razón, la aparición de blockchain, de herramientas impulsadas por inteligencia artificial o softwares de análisis de big data no se ha traducido en un cambio automático del mundo del derecho y la prestación de servicios jurídicos.
¿Cuál es la oportunidad emergente en el mercado legal?
El proceso de contratación (ya sea con proveedores, clientes o los propios empleados) ofrece un campo extraordinario para el desarrollo de herramientas Legal Tech. Se trata de un ámbito del derecho en el que las asesorías jurídicas, y, en menor medida, también los despachos de abogados:
- Manejan grandes volúmenes de documentos;
- Desarrollan tareas repetitivas, susceptibles de ser automatizadas;
- Están estrechamente vinculados con la exposición al riesgo de la empresa;
- Contienen información valiosa y estratégica para el negocio. Los contratos pueden convertirse en grandes activos para una empresa; y
- Tienen un impacto transversal, es decir, el proceso de redacción, negociación, firma y ejecución afecta a multitud de departamentos más allá de la asesoría jurídica.
La realidad del proceso de contratación de las empresas no ha pasado desapercibida. Más de la mitad de las empresas Legal Tech desarrolladas en España estén relacionadas de algún modo con el universo de los contratos. Los porcentajes son similares cuando examinamos las propuestas de valor de las Legal Tech en otros países.
Ahora mismo el mercado ya ofrece soluciones sencillas y muy necesarias, como pueden ser los sistemas de firma electrónica. Signaturit, es la Legal Tech española más conocida en este ámbito. Existen también startups que ponen a disposición de los profesionales del derecho plantillas de todo tipo de contratos. Incluso están surgiendo en el mercado español, servicios sofisticados de gestión integral de contratos.
Se trata también de un cambio de mentalidad
La incorporación de tecnología ha de ir necesariamente aparejada de un cambio de mentalidad de los que prestamos estos servicios jurídicos. El éxito en la implantación de nuevas herramientas Legal Tech en la negociación y ejecución de contratos está estrechamente vinculado con la tasa de adopción de estas herramientas por los miembros del departamento legal.
Esto exige una modificación de las prácticas habituales, de la forma en que se desempeña el trabajo y de la cultura del equipo. Implementar una nueva herramienta sin que el equipo que va a tener que utilizarla entienda cuales son las ventajas que va a obtener con su uso, es una receta perfecta para el fracaso del proyecto de implantación de herramientas Legal Tech.
Algunos consejos prácticos para implantar una herramienta Legal Tech
- Mapear el proceso de contratación existente, incluyendo todas las etapas, funciones y departamentos involucrados en cada etapa;
- Identificar puntos de fricción y áreas de mejora;
- Priorizar las necesidades. Empieza por un cambio accesible, específico y práctico con objetivos bien delimitados y abarcables;
- Conocer las herramientas disponibles en el mercado;
- Realizar una prueba piloto. Darse un tiempo para experimentar y entender que soluciones se adaptan mejor a tu organización es esencial en este proceso;
- Examinar los resultados de la prueba piloto; y
- Lanzar la utilización de la herramienta a toda la organización.
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