En la década de los 70 del pasado siglo, BUNGE acuñó por primera vez el termino tecnoética. El autor defendía que era necesario crear un nuevo tipo de teorías éticas y morales para abordar los problemas que nacen de la ciencia y la tecnología. Además de proclamar una responsabilidad moral de los profesionales que trabajan en ellas. Por ello entendió́ que la tecnología debería ser moderada por controles de tipo social, moral y éticos.
Más allá́ de BUNGE, otros autores han aportado matices a la definición de la tecnoética. HANS JONAS la percibe como una ética que estudia el desarrollo de las nuevas tecnologías y cómo estas pueden alterar la vida de los individuos. BAO Y XIANG entiende el uso de la tecnología de forma universal y global, contemplando la tecnoética como aquel conjunto de normas de comportamiento que constituyen la base ética para la comunidad global.
La tecnoética nace ante la necesidad de crear un marco sólido que aglutine el estudio y comprensión de los aspectos éticos que los distintos tipos de tecnología plantean, es decir, con ella se pretende conectar áreas de información, investigación y conocimiento, en principio separados, alrededor de un denominador común, la tecnología.
Reconoce, igualmente, que la relación entre el individuo y la tecnología da lugar a nuevas formas de actuación, planteando consideraciones éticas antes inexistentes. Esto distingue a la tecnoética de otras ramas de la ética aplicada, además de otorgar a diseñadores y desarrolladores de tecnología una serie de responsabilidades.
Estudios en el campo de las humanidades y en áreas de especialización dentro de la ética aplicada, centrados en la tecnología, replantearon las cuestiones éticas tradicionales situándolas en un nuevo terreno que, al requerir de una consideración especial, condujo al nacimiento de la tecnoética y abonó el terreno para que, a su vez, esta evolucionara en varias áreas.
Carácter esencial de la tecnoética es su multidisciplinariedad. Se centra en los procesos y practicas humanas conectadas a la tecnología, cada vez más poderosa, que invade todas las esferas sociales, políticas, económicas y morales de nuestra vida. Igualmente, trata de dar respuesta a los problemas que se generan por su utilización, así́ como en la creación de guías para su empleo de forma responsable a fin de promover los intereses humanos en la sociedad.
Las áreas y cuestiones más destacables que aborda la tecnoética son:
- Educación. La tecnología requiere de un examen ético para poder emplearse e implantarse, de forma correcta, en la educación. Las áreas de investigación de la tecnoética educativa incluyen el acceso a la tecnología educativa, los problemas de diversidad del aprendizaje online, los usos indebidos de este tipo de tecnología, etc.
- Informática. Esta área de la tecnoética se centra en el uso humano de la tecnología enfocado, especialmente, en la robótica, el Internet de las cosas (internet of things) y la inteligencia artificial.
- Ingeniería. El estudio de esta materia desde la tecnoética trata sobre los estándares profesionales de los ingenieros y sus responsabilidades morales ante la sociedad.
- Internet. Dada la integración de Internet en, prácticamente, todos los dispositivos y aspectos de nuestra vida es imprescindible plantear las cuestiones éticas que suscita, tales como ¿es democrática?, ¿neutra?, ¿se respeta la libertad de expresión?, ¿qué sucede con problemas tales como acoso cibernético, el robo de identidad, etcétera?
- Medios de comunicación. El progreso tecnológico hace que las comunicaciones estén más generalizadas y su poder sea mucho mayor al contar con una amplia y diversa gama de medios disponibles. Los investigadores se interesan por la ética en las organizaciones virtuales, las comunicaciones tecnológicas, la privacidad, la protección de datos de carácter personal, etc.
- Medioambiente. Se centra en el estudio del uso de la tecnología en distintas áreas conectadas con los entornos naturales o construidos, es decir, dirige su atención a las decisiones éticas vinculadas al medio ambiente, la ordenación del territorio y el urbanismo.
- Defensa. Las tecnologías exponenciales están copando la acción militar, esto plantea una serie de nuevas cuestiones éticas con respecto al uso apropiado de las mismas en situaciones en las que los militares deben actuar.
- Nanotecnología. Estudia los problemas éticos y sociales asociados con los desarrollos en nanotecnología. Dados los potenciales problemas de riesgo para la salud, medio ambiente y seguridad, la nanotecnología provoca un intenso debate e importantes preocupaciones.
- Empleo y trabajo. Reflexiona sobre cual es el papel de la tecnología en el entorno laboral y en la conducta profesional. Se ocupa de los problemas de responsabilidad ética de los profesionales que trabajan con tecnología y de su influencia en los entornos laborales a corto medio y largo plazo.
- Biotecnológica. Por un lado, estudia los avances en bioética y ética médica. Por otro, reflexiona sobre los derechos de los animales a ser sometidos a experimentos mediante nuevas tecnologías, la fertilización in vitro, los derechos reproductivos, la ciencia para la modificación de alimentos para el consumo humano, etc.
Actualmente, la tecnoética afronta el reto de responder a preguntas relacionadas con los derechos y las responsabilidades de “agentes artificiales”, es decir, máquinas con capacidad de aprendizaje. Ante la avalancha de automatizaciones que se vislumbran ya están empezando a ser debatidas cuestiones como ¿deben los “agentes artificiales” ser legalmente responsables de sus acciones?, de ser así́ ¿cómo se estructuraría nuestro ordenamiento jurídico?, ¿cómo afecta la interdependencia y el vínculo entre el ser humano y el “agente artificial”? o ¿en qué plano se situaría la responsabilidad moral?
En unos tiempos como los actuales en los que domina la incertidumbre, la inseguridad, el desconcierto y también la admiración y el asombro frente al ingente número de innovaciones tecnológicas que afectan nuestro vivir diario, la ética se convierte en la brújula que nos orienta y marca el camino.
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